Después de Jackie Robinson muchos peloteros usaron el número 42, pero el panameño Mariano Rivera se convirtió -sin saberlo- en el último portador del mítico digito.
Yo no lo pedí
Me lo dieron, dijo recientemente el estelar cerrador en declaraciones reseñadas por Las Mayores.
Rivera recordó que el manager de los Yanquis, Nick Priore, le asignó primero el número 58, pero luego -justo cuando se aproximaba el debut- le ofreció el 42, que finalmente fue su estandarte en los 1,115 juegos de temporada regular en los que vio acción.
Por aquel entonces, todavía había jugadores de Grandes Ligas en muchos equipos utilizando el famoso número. Solamente había sido retirado por los Dodgers en 1972.
Otros 16 jugadores de los Yanquis lo habían llevado antes, y había sido el segunda base Jerry Coleman el más notable de la lista al ganar cuatro anillos de Serie Mundial durante su carrera de nueve campañas (1949-57) en Nueva York.
Rivera, un muchacho de 25 años, que no sabía mucho sobre la historia del juego para aquel entonces, no tenía claro cuál era el significado del número de su uniforme.
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Yo no sabía mucho de las estadísticas, de la que gente que había jugado antes. Sólo estaba feliz de jugar y de dar lo mejor de mí para ayudar al equipo a ganar, confesó Rivera.
La gente estaba hablando de Jackie, de lo importante que era retirar el número, así que decidí aprender más sobre él y entender quién era y qué había hecho, recordó.
Finalmente, el 15 de abril de 1997, lo entendió.
MLB retiró el 42 en honor a Robinson. Los 13 peloteros activos que llevaban el número para aquel momento podrían mantenerlo, pero después de ellos nadie más gosaria de ese honor.
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Uno por uno, esos jugadores fueron dejando el juego. Y en 2003 cuando Mo Vaughn se retiró, Mariano se convirtió en el último 42 de toda la Gran Carpa.
Tuve la bendición de que a medida que pasaban los años, se iban retirando los muchachos que tenían también ese número, hasta el punto en el que yo era el último
En ese momento, fue una responsabilidad todavía mayor. De verdad, era una presión", explicó.
Yo quería que el señor Jackie Robinson se sintiera orgulloso del legado que dejó en nosotros. Yo, siendo el último 42, jugando en ese gran escenario que es Nueva York, de verdad estaba muy agradecido por el legado que nos había dejado y por poder seguir pasándoselo a las próximas generaciones, añadió conmovido.
Jackie se convirtió en una guía para Mariano durante toda su carrera. La viuda de Robinson, Rachel, frecuentemente elogió al panameño, diciendo que representaba a su esposo tan bien como alguien ha podido hacerlo.